Los misterios del océano más escalofriantes: Descubre la oscura 'zona crepuscular'
Bajo del mar…
La zona mesopelágica, o zona crepuscular, es una de las áreas del océano que todavía quedan por explorar. Este fascinante mundo submarino, con sus extraños, maravillosos y terroríficos habitantes, es vital para nuestros océanos y ecosistemas. Sin embargo, sabemos muy poco sobre él.
Sigue leyendo para descubrir 30 datos increíbles sobre esta misteriosa zona de nuestro océano...
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveEXPLORING.
La zona crepuscular se extiende por todo el planeta
La zona crepuscular se extiende por todo el globo a través de los océanos y alrededor de todos los continentes e islas. Abarca millones de kilómetros cuadrados y, junto con las selvas tropicales, esta sección submarina de nuestro asombroso planeta contiene más animales y especies diferentes que cualquier otro lugar de la Tierra.
Alcanza algo menos de 1 km de profundidad
La zona crepuscular comienza a unos 200 metros por debajo de la superficie, alrededor del punto en que se agota la luz solar. También se conoce como zona mesopelágica, que significa "mar medio", y desciende en picado hasta profundidades de unos 1.000 metros. Por debajo, hay tres capas más: la zona batial, la zona abisal y la zona Hadal.
Las temperaturas gélidas y unos habitantes poco acogedores lo convierten en entorno muy inhóspito
La temperatura a una profundidad de unos 900 metros puede alcanzar los 5°C. Además, debido a la increíble presión y a la oscuridad total, esa parte del océano es uno de los lugares más difíciles de explorar. Por no hablar de sus habitantes. No son el tipo de enemigos con los que querrías encontrarte en un sitio donde es permanentemente de noche.
Es uno de los lugares con mayor diversidad biológica de la Tierra
La mayoría de los animales de la zona crepuscular parecen sacados de una película de terror, o de tus peores pesadillas. Animales de grandes dientes, púas venenosas y ojos saltones, estas criaturas extrañas y maravillosas han evolucionado y se han adaptado en un entorno increíblemente duro y turbio. Sin embargo, a pesar de estas condiciones inhóspitas, en la zona crepuscular viven algunas de las formas de vida más diversas de la Tierra, como estos crustáceos translúcidos de la foto.
Algunos animales pueden incluso producir su propia luz
Muchos animales de la zona crepuscular (y más abajo) son capaces de producir su propia luz, un proceso denominado bioluminiscencia. Como sugiere su nombre, esto permite a los peces linterna camuflarse para evitar a sus depredadores, y también buscar su propia cena en la oscuridad. Los peces linterna, de los que hay más de 245 especies, también están dotados de fotóforos adicionales en su costado. Esto les permite un superpoder adicional: comunicarse entre sí.
Hay más carbono en el mar que en la atmósfera
El océano contiene más de 50 veces más carbono que la atmósfera. Los animales de la zona crepuscular que "viajan" a la superficie por la noche y regresan a las profundidades durante el día desempeñan un papel vital a la hora de transportar y almacenar el dióxido de carbono de la atmósfera. Esto se debe a la cantidad de carbono que contienen los restos, las algas y las presas que consumen. Esto forma parte de un proceso conocido como "bomba biológica de carbono".
Algas: más importantes de lo que crees
El fitoplancton desempeña un papel fundamental en los ecosistemas oceánicos y puede controlarse eficazmente desde el espacio por satélite. Esta alga/bacteria proporciona alimento a prácticamente todos los animales, directa o indirectamente, ya que se recicla a través de la cadena alimentaria marina.
Con la bomba biológica de carbono, el fitoplancton proporciona alimento en la superficie del océano a muchas criaturas de la zona crepuscular. Es, por tanto, un área de estudio importante para que la comunidad científica comprenda los niveles mundiales de carbono.
El pez con colmillos largos tiene medidas de protección para no suicidarse
Si alguna vez has leído sobre criaturas de las profundidades, seguramente ya conozcas el pez con colmillos largos, caracterizado por sus colmillos inferiores salientes. Cazadores oportunistas de aspecto feroz, estos peces están equipados con ranuras especiales en sus mandíbulas superiores para no pincharse el cerebro al masticar.
La presión del agua puede alcanzar 105 kg por centímetro cuadrado
La presión del agua en la zona crepuscular puede alcanzar 105 kg por centímetro cuadrado de agua, que pesa sobre su profundidad más lejana. Esta intensa presión equivale a 10 elefantes de pie sobre tu cabeza.
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Una de las mayores amenazas para la zona crepuscular es el almacenamiento de carbono
Una de las principales actividades que amenazan no solo a la zona crepuscular, sino a los océanos en general, es la eliminación del dióxido de carbono. Eso consiste en extraer el dióxido de carbono de la atmósfera y almacenarlo en el lecho marino. Aunque el océano lo hace de forma natural con el proceso conocido como bomba biológica de carbono, se está investigando más sobre el impacto negativo que tendrá la intervención humana.
La minería de aguas profundas para nuestra tecnología podría dañar el océano
Otra amenaza para la zona crepuscular es la minería de aguas profundas, es decir, la perforación del lecho marino en busca de nódulos. Se trata de esferas del tamaño de una pelota de golf, ricas en metales necesarios para los avances tecnológicos, como los dispositivos electrónicos. Los escombros y residuos de la extracción de estos nódulos tendrán, casi con toda seguridad, un impacto negativo en los ecosistemas.
Los depredadores de la superficie suelen invadir profundidades mucho mayores
A pesar de ser, en general, depredadores de superficie, se cree que peces depredadores como el gran tiburón blanco, el tiburón ballena, el atún y el pez espada se sumergen a menudo en las profundidades de la zona crepuscular e incluso más allá, en la zona batial, entre unos 1.000 y 3.000 metros.
Sin embargo, no lo hacen solo para buscar presas. De hecho, la comunidad científica aún no tiene claro por qué se sumergen mucho más allá de los niveles en los que se alimentan.
Allí abajo no pueden crecer plantas ni vegetación
Como apenas hay luz solar en esta capa del océano, las plantas no pueden crecer debido a que no pueden hacer la fotosíntesis. Algunos animales que viven aquí tienen poco de lo que alimentarse y suelen tener un estilo de vida casi perezoso debido a las escasas fuentes de energía disponibles. Estas criaturas más pequeñas sobreviven con los restos, sobras y bacterias que bajan flotando de las criaturas de la capa superior del océano.
Hay más peces en la zona crepuscular que en el resto de los mares juntos
El agua superficial de los océanos del planeta contiene alrededor de 1.000 millones de toneladas de peces. Sin embargo, en la zona crepuscular, se cree que el número podría ser 20 veces superior, más que en el resto de todo el océano junto. Inevitablemente, esto significa que, en el futuro, cabe la posibilidad que se pesque en la zona crepuscular como fuente potencial de alimentos.
Este cazador asimétrico tiene ojos de distinto tamaño
El calamar fresa, otra bestia extraña y singular, honra la zona crepuscular con su presencia, pero tiene una característica especial. Este particular cefalópodo tiene un ojo azul de casi la mitad de tamaño que el otro, de color amarillo. Esto le ayuda a distinguir los distintos espectros de luz mientras se impulsa por el océano en busca de presas. Otra característica es la postura del calamar, que le permite una visión simultánea.
Sabemos más de la superficie de la luna que del océano
Aunque el 71 % de la Tierra está cubierta de agua, el 95 % sigue sin explorarse. La zona crepuscular y su fascinante abundancia de vida siguen, en general, sin ser investigadas adecuadamente. También lo son batial y más allá. Es más, los expertos afirman que sabemos más sobre la Luna que sobre los océanos profundos.
Uno de los dinosaurios vivos más antiguos del mundo lo llama hogar
Este pez es lo más parecido a un fósil viviente. El celacanto, que se creía extinguido, es uno de los residentes más antiguos de la zona crepuscular, ya que parece haber evitado la evolución durante los últimos 400 millones de años. Sin embargo, esta criatura primitiva se encuentra en peligro crítico de extinción, y se supone que una de las dos especies restantes se ha reducido a menos de 500 ejemplares.
Los expertos pensaron en su día que el lecho marino se movía
Durante los años cuarenta, los informes del sonar de la Marina estadounidense causaron mucha confusión. Al notar un cambio en la profundidad del fondo oceánico, los operadores supusieron que el lecho marino se estaba desplazando. Resultó ser la migración diaria de animales, plancton y demás lo que provocaba el movimiento masivo en los radares.
Para explorar las profundidades oceánicas se necesitan equipos especializados y una enorme financiación
Tal es la inmensidad de las profundidades desconocidas, que se estima que los océanos profundos, al igual que las selvas tropicales, podrían ver extinguirse especies animales antes incluso de haber sido descubiertas. Esto se debe a la enorme magnitud de la exploración que implica. Otra cuestión obvia es el gasto. Se cree que incluso un sumergible no tripulado puede costar hasta $10.000 (unos 9.300 €) al día.
Los depredadores a veces tienen su propio acceso especial...
La comunidad científica ha descubierto recientemente que en los océanos del planeta se desarrollan con regularidad corrientes oceánicas conocidas como "remolinos". Son el equivalente marino de las tormentas atmosféricas. Los remolinos provocan el calentamiento del agua, lo que proporciona a los principales depredadores de las regiones superficiales -tiburones, ballenas y atunes- una vía de acceso a la zona crepuscular, que de otro modo sería demasiado fría para ellos.
El trayecto más transitado del mundo pasa por ahí abajo
Algunos animales abandonan diariamente la zona crepuscular para alimentarse de presas, plancton y otros microorganismos cerca de la superficie de la luz solar. Al hacerlo, les ayuda a evitar a los depredadores diurnos. Este fenómeno, denominado "migración vertical diurna", es la mayor migración de animales del planeta. Miles de millones de criaturas marinas soportan este oscuro y peligroso viaje diario. Sin embargo, apenas sabemos que ocurre...
Conoce al mayor depredador dentado y buceador del océano
El cachalote es uno de los habitantes del océano más grande, pero también uno de los más familiares. Las batallas con su adversario, el calamar gigante, no son solo historias del folclore. Las oscuras y turbias aguas de la zona crepuscular proporcionan el más atmosférico de los telones de fondo para esta rivalidad secular.
El cachalote es un visitante frecuente de la zona crepuscular. De hecho, lo hace para cazar calamares gigantes. El hecho de que sea uno de los mamíferos que se sumergen a mayor profundidad en el planeta significa que puede adentrarse aún más, llegando a la zona abisal.
La criatura más larga del mundo vive en la zona crepuscular
Muchos de los extraños residentes de la zona crepuscular son diminutos y solo miden unos centímetros de largo. Sin embargo, otros, como los sifonóforos gelatinosos (en la foto), son algunos de los animales más largos del mundo, y pueden crecer más de 40 metros de longitud. Aunque estos ejemplares ultralargos son venenosos, también son muy frágiles y pueden romperse en muchos pedazos al menor contacto.
Es uno de los lugares más difíciles de explorar
Resulta extremadamente difícil investigar la zona crepuscular, ya que, a diferencia del océano superficial, del que se pueden tomar imágenes a distancia y al que se puede acceder en barco, la zona crepuscular es, sencillamente, demasiado grande.
La comunidad científica cree que la cantidad de información que tenemos sobre la zona crepuscular es tanta como la que desconocemos. Además, debido a la oscuridad, se necesita una iluminación especial para filmar, por no hablar de los barcos especializados para soportar la inmensa presión.
Las medusas luna pueden reducir drásticamente su tamaño
La mayoría de las criaturas gelatinosas del mundo, como la medusa luna, viven en la zona crepuscular. A diferencia de muchas otras medusas, esta especie no contiene veneno. También es capaz de reducir su tamaño a casi el 10 % para ahorrar energía, una adaptación perfecta a la vida en el duro mundo de la mesopelágica.
La nieve marina se crea allí abajo
La cantidad de desechos de criaturas muertas y residuos de criaturas vivas en la superficie de nuestros océanos crea "nieve marina". Esta nieve se hunde en el océano y absorbe una gran cantidad de carbono al caer. Algunos animales de la zona crepuscular se dan un festín con estos desechos, lo que significa que el 90 % se recicla. El 10 % restante de la nieve marina se hunde aún más, ayudando a mantener los niveles de dióxido de carbono.
Allí vive la mayor población del planeta
Se cree que hay más de 1.000 billones (o incluso trillones) de peces erizo en el océano, lo que lo convertiría en el vertebrado más abundante de la Tierra. Es decir, 100.000 por cada ser humano. Sorprendentemente, también hay muchas especies aún por descubrir. Con una longitud inferior a la de un dedo humano, los peces erizo también pueden brillar en la oscuridad, lo que les resulta útil para cazar presas y defenderse de los depredadores.
Una criatura puede consumir presas mayores que su propio tamaño
Este temible depredador es el pez dragón. Estéticamente hablando, se podría argumentar que este monstruo de las profundidades es de lo más terrífico que hay. Un dragón real podría parecer menos intimidante que este espécimen de aspecto alienígena. Hay varios tipos diferentes, con características diversas. Un rasgo común es su capacidad para consumir presas mucho más grandes que ellos.
La esbelta anguila agachadiza tiene más columna vertebral que cualquier animal de la Tierra
Se necesita una columna vertebral fuerte para sobrevivir aquí abajo, y la esbelta anguila agachadiza tiene más huesos que cualquier otro animal de la Tierra: más de 750 vértebras de media. Aunque vive en la mayoría de las zonas del océano, pasa la mayor parte del tiempo en la zona mesopelágica.
Esta criatura tiene los ojos más grandes del planeta
Aunque la mayor parte de la vida marina de la zona crepuscular se considera de otro mundo y sacada directamente de los horrores de la propia imaginación, hay nombres más familiares de lo que crees.
Tan terrorífico como cualquier imagen que puedas imaginar es, por ejemplo, el calamar gigante. Sus ojos son los mayores del reino animal, pues miden unos 25 cm de diámetro. Le permiten a este gigantesco molusco ver en las turbias profundidades. Estos animales pueden incluso crecer a un tamaño superior al de un autobús.
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