30 animales que parecen PELIGROSOS pero son completamente inofensivos
No te dejes engañar por su aspecto

A la mayoría de los animales les resulta ventajoso parecer mucho más temibles de lo que son. Estén donde estén en la cadena alimentaria, quieren parecer una comida difícil y peligrosa. Algunos de los bichos más terroríficos de la naturaleza han pasado millones de años desarrollando su capacidad para dar miedo. Pero más allá de sus colmillos y garras, muchas de estas criaturas espeluznantes son un trozo de pan.
Haz clic en esta galería para ver animales terroríficos que no son tan peligrosos como parecen...
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveEXPLORING.
Mantarraya

Varios autores de novela fantástica han jugado con la imagen de un espectro camuflado que se desliza en la oscuridad. Las mantarrayas son básicamente “dementores” submarinos con enormes bocas esqueléticas. Estas enormes criaturas pueden llegar a medir 9 metros de diámetro, lo que equivale aproximadamente a la longitud de un autobús de dos pisos.
Por fortuna, las mantarrayas son dóciles y no suponen ningún riesgo para los humanos. De hecho, su nombre ya despierta cierta bondad y, junto con la forma de su cuerpo, puede recordar a la manta que usas para taparte en el sofá.
Escorpión sin cola

Casi 4 centímetros de puro terror, los escorpiones sin cola despiertan nuestro instinto de supervivencia como pocos animales consiguen hacer. Al fin y al cabo, lo tienen todo: pinzas gigantes, ocho patas delgadas y la tendencia a esconderse en la humedad y la oscuridad.
La palabra “escorpión” tampoco ayuda a calmar los nervios, pero, por suerte, estos asquerosos arácnidos no son escorpiones, sino que pertenecen a su propio orden: los amblipigios. Se encuentran en regiones tropicales de todo el mundo, no tienen veneno ni aguijón y evitan a los humanos como la peste.
Lo peor que pueden hacer es provocar heridas punzantes muy leves con sus pinzas, lo que solo harán como último recurso.
Gavial

Cuando los cocodrilos evolucionaron por primera vez, los dinosaurios aún caminaban por la Tierra. Pese a inspirar un miedo instintivo, casi ancestral, resulta sorprendente que exista una especie de cocodrilo de hasta 6 metros de largo, con hileras de dientes afilados como cuchillas, no suponga amenaza alguna para los humanos.
Los gaviales habitan los ríos de India y Nepal y tienen un hocico inusualmente largo y estrecho, que mueven de un lado a otro para capturar peces. Estos animales pescadores son tímidos y no atacan a las personas. De hecho, son los humanos los que les resultan peligrosos. La destrucción del hábitat y la sobrepesca han provocado una pérdida de población del 98 % en el último siglo, llevando a estos gentiles gigantes al borde de la extinción.
Culebra real escarlata

Para distinguir entre las inofensivas culebras reales escarlata y las serpientes de coral ultravenenosas, los habitantes del sudeste de Estados Unidos se fijan en sus colores. Cuando el color rojo está sobre negro, significa que no son venenosas. En cambio, cuando el rojo está sobre el amarillo, hay peligro.
En la foto, la serpiente tiene claramente el rojo sobre el negro, así que no hay nada que temer, aunque más vale ser precavido. De hecho, algunas serpientes de coral carecen de bandas amarillas, por lo que el rojo toca al negro por defecto y siguen siendo peligrosas.
Tiburón tigre de arena

Dientes aserrados que sobresalen de unas mandíbulas abiertas, ojos rasgados que giran en sus órbitas, una aleta dorsal puntiaguda sobre una forma corpulenta: todo lo que sabemos sobre la naturaleza nos dice que evitemos a este animal a toda costa. Pero no juzgues antes de tiempo.
Los tiburones tigres de arena, que se encuentran en aguas costeras de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, son tiburones dóciles que solo atacan si se ven directamente amenazados. De hecho, desde que se tiene constancia de su existencia, no han provocado ninguna muerte humana.
Irónicamente, el tiburón tigre de arena tiene un aspecto mucho más aterrador que el tiburón tigre a secas, una especie completamente distinta que sí que es realmente peligrosa para los humanos.
Tiburón peregrino

El tiburón peregrino es todavía más espeluznante que el tiburón tigre de arena y se presenta como una forma gigante que se desliza por el agua turbia con la boca por delante. Las fauces abiertas del tiburón peregrino, el segundo pez más grande del mundo, dan miedo, pero estos lentos filtradores se alimentan principalmente de plancton y no son agresivos.
Los tiburones suelen dar todavía más miedo por permanecer cerca de la superficie de mares en los que, por lo demás, no hay grandes tiburones. Imagínate haciendo paddleboarding en cuando de repente una aleta del tamaño de un armario empieza a nadar hacia ti.
Aye-aye

En algunas partes de Madagascar, los lugareños viven con miedo de encontrarse con la penetrante mirada amarilla del aye-aye. La tradición dicta que estos lémures nocturnos son presagios de muerte, enfermedad y malas cosechas, y a veces pueblos enteros se trasladan si un aye-aye llega a la ciudad. Por desgracia, esto lleva a algunos malgaches a matar al animal nada más verlo, algo increíblemente peligroso para una especie que no se encuentra en ningún otro lugar de la Tierra.
Los aye-ayes están ahora protegidos por la ley, pero en las regiones forestales remotas persiste su ominosa reputación. Son ciertamente espeluznantes, con sus orejas de murciélago, dientes de roedor y largos y huesudos dedos centrales. Sin embargo, no suponen ninguna amenaza para los humanos, ni física ni espiritualmente.
Guepardo

Todo el mundo sabe que los grandes felinos son peligrosos, y que los tigres y los leones deberían encabezar tu lista de animales a evitar. Pero, aunque estos dos reyes de la selva matan a cientos de personas al año, los felinos algo menos grandes son mucho menos mortíferos.
Los leopardos son más pequeños y tímidos, pero son mucho más comunes y siguen segando vidas con regularidad. Los jaguares son depredadores enormes y poderosos, pero se cuidan de evitar a los humanos y los ataques son extremadamente raros, mientras que los pumas se cobran aproximadamente una vida por década. Pero son los guepardos los que tienen el historial más limpio, sin un solo ataque verificado a un humano en estado salvaje. Aun así, no te aconsejamos que te acerques a ellos.
Orca

Las orcas tienen una mala reputación y, francamente, se la merecen. Se sabe que estos sádicos cetáceos juegan con focas moribundas solo por deporte, emplean estrategias de caza aterradoramente inteligentes y, recientemente, han empezado a hundir veleros frente a la costa española embistiéndolos repetidamente.
Varias leyendas urbanas las pintan como sanguinarias carniceras, alentadas por los sonados asesinatos de cuatro personas a manos de orcas en cautividad. Pero a pesar de todo esto, no se han verificado casos de orcas que ataquen insaciablemente humanos en libertad. Las orcas son comilonas y cazan lo que les han enseñado a cazar. Por suerte, eso no nos incluye a nosotros. Todavía.
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Cachalote

En la novela clásica de 1851 Moby Dick, un cachalote vengativo aterroriza los siete mares destrozando barcos, arrancando miembros a mordiscos y arrastrando a los marineros a su perdición. La ballena se basaba vagamente en un animal real, “vagamente” porque su comportamiento era totalmente inverosímil.
A diferencia de la mayoría de los cetáceos, los cachalotes sí cazan presas y tienen mandíbulas llenas de dientes intimidatorios. También ha habido un puñado de casos de embestidas (posiblemente accidentales) contra pequeñas embarcaciones. Pero estas ballenas son criaturas tímidas y dóciles que no tienen antecedentes ni interés en atacar a los humanos. Es más, a veces acogen a buceadores en sus manadas durante horas.
Mosca escorpión

El monstruo de Frankenstein de los bichos, la mosca escorpión común tiene las patas delgadas de una araña, el hocico protuberante de un mosquito, el color negro y amarillo de una avispa y, por supuesto, el aguijón enroscado que le da nombre.
Pero, en realidad, no tiene nada de eso: su aguijón no pica, sino que lo utiliza para aparearse, y su pico nunca se vuelve contra los humanos. Apenas es amarilla, y algunos ejemplares tienen un tono más cercano al verde pálido. Las moscas escorpión viven en los todos los continentes habitados y rara vez se les presta atención, pues poca gente se fija lo suficiente para distinguir las partes de su cuerpo.
Serpiente toro

Las serpientes toro hacen un gran trabajo fingiendo dar más miedo del que dan. Sisean con fuerza y curvan el cuerpo en forma de S, como si se enroscaran para atacar. Incluso pueden agitarse haciendo vibrar la cola, comportamiento que hace que se las confunda con la serpiente de cascabel occidental, una especie peligrosa que intentará matarte si la pillas en un mal día.
A pesar de todas estas posturas, estas serpientes norteamericanas no son venenosas y solo muerden si se las provoca gravemente, cosa que poca gente es lo bastante valiente como para hacer, pues miden hasta 2,5 m de largo.
Isópodo gigante

Hay algo en los isópodos gigantes que nos eriza la piel. Estos bichos de aguas frías, pueden llegar a medir hasta 40 cm de largo, con un cuerpo segmentado, antenas espasmódicas y una masa retorcida como patas. Tienen fama de atacar las redes de arrastre, pero son tímidos por naturaleza y sobreviven hurgando en la basura. Además, viven a 170-2.100 metros de profundidad, por lo que los encuentros con humanos son poco habituales.
Si te encontraras abandonado a esas profundidades bajo el agua sin la protección de un sumergible reforzado, unos mordiscos de un isópodo de paso serían la menor de tus preocupaciones.
Murciélago vampiro

Los murciélagos ocupan un lugar extraño en la jerarquía de los animales simpáticos. Tienen ojos de botón, cuerpos esponjosos y temperamentos sociables, pero sus alas gomosas, dientes puntiagudos y una reputación totalmente ficticia de enredarse en tu pelo hacen que a muchos les den miedo.
Los murciélagos vampiro dan muy mala impresión: se ganan su nombre chupando la sangre de otros animales, mientras que su hocico respingón y sus colmillos salientes les confieren un evidente factor de miedo.
Pero a pesar de las poco caritativas representaciones en las películas de terror, los murciélagos son los carnívoros más amables de la naturaleza. Pueden alimentarse inofensivamente de un animal durante 30 minutos sin que este se dé cuenta, y muerden a los humanos en muy raras ocasiones.
Araña cazadora

Los animales de ocho patas dan miedo de por sí, sobre todo cuando son peludas y miden 7 cm de largo. Las arañas cazadoras son especialmente comunes en Australia, pero en realidad son una de las especies menos peligrosas del país. Evitan la confrontación en la medida de lo posible, y si se les provoca un mordisco, ni sus colmillos ni su veneno causan mucho daño.
Su reputación se basa en su tendencia a invadir las casas de la gente, provocando siempre el caos cuando salen inesperadamente de detrás de una cortina. Si las dejas en paz, son buenas huéspedes y libran tu casa de moscas, cucarachas y mosquitos.
Tiburón de arrecife del Caribe

Podríamos llenar toda esta lista de tiburones, unas criaturas muy denostadas que en su mayoría no se interesan por los humanos. Los tiburones de arrecife del Caribe tienen más motivos para sentirse agraviados que la mayoría. Como su nombre indica, estos tiburones patrullan los arrecifes poco profundos del Caribe, lo que los convierte en compañeros constantes de buceadores y submarinistas que prueban las mundialmente famosas vistas submarinas de la región.
Curiosos pero tolerantes, estos tiburones pueden llegar a medir los 3 metros. Se asustan tan poco de la gente que los guías de las Bahamas les dan de comer mientras los turistas con equipo de submarinismo observan. Estos tiburones son totalmente seguros, con cero muertes y solo cuatro mordeduras no provocadas desde que existen registros.
Oruga cola de golondrina del arbusto de las especias

Sé sincero/a: a primera vista, ¿qué creías que representaba esta foto? Las golondrinas de mar son elegantes mariposas con alas de color negro y verde azulado, pero, como todas las mariposas, deben pasar un mes como orugas antes de alcanzar su forma definitiva.
Para disuadir a los depredadores durante este tiempo vulnerable, las orugas se camuflan como serpientes, con una coloración verde vibrante y feroces manchas oculares negras y amarillas. Personalmente, nos parece bastante obvio, pero un pájaro que pase por allí y las vea a través de las copas de los árboles es mucho más fácil de engañar.
Pez con colmillos largos

Teclea "pez terrorífico" en una IA generadora de imágenes y el resultado probablemente se parecería a esto. El pez con colmillos largos presume de tener unos dientes proporcionalmente más grandes que los de cualquier otra especie marina. De hecho, los colmillos de este pez son tan grandes que tiene bolsas en el paladar para evitar que le perforen el cerebro.
Lo encontrarás a profundidades de unos 500 metros o menos. El pez con colmillos largos vive en los recovecos más oscuros del océano, donde tener un aspecto atractivo tiene poco valor evolutivo. Por suerte para los humanos (y para otros habitantes de las profundidades), este pez solo mide 15 cm de largo.
Milpiés gigante africano

Pese al nombre, solo hay una especie de milpiés que hace honor a ese nombre: una raza australiana con 1.300 patas que vive bajo tierra. El milpiés gigante africano se contenta con entre 300 y 400, pero es, con mucho, la especie más grande en peso. Incapaces de morder o picar, estos ingeniosos bichos se tienen a veces como mascotas exóticas, pero son famosos por escaparse de sus recintos. Podría haber una suelta en tu edificio ahora mismo.
Rata

¿Te has preguntado alguna vez por qué nos dan miedo las ratas? Entendemos que no las quieres en casa: mastican cables, infectan tu comida con parásitos y bacterias, y su orina es portadora de leptospirosis. Pero ¿qué tiene su aspecto que los hace mucho más traumatizantes que, por ejemplo, un pequeño y esponjoso lirón?
Los roedores suelen ser animales muy bonitos. De hecho, nunca nadie ha gritado y saltado sobre una silla al ver un hámster. ¿Serán las colas sin pelo lo que hacen que las ratas produzcan ese rechazo?
Cangrejo gigante japonés

Es difícil verlo en esta foto, pero los cangrejos gigantes japoneses son enormes. Se encuentran sobre todo en la costa japonesa del Pacífico y pueden crecer hasta unos asombrosos 3,8 metros si los mides de pinza a pinza, lo que equivale a dos camas de tamaño king colocadas una al lado de la otra.
Pese a sus grandes pinzas, estos cangrejos son dóciles e inofensivos para los humanos. De hecho, su estructura poco manejable hace que sea más frágil que feroz. Si, por alguna extraña coincidencia, te encontraras entre sus pinzas, probablemente te dolería menos que un mordisco de un cangrejo en la playa.
Picozapato

Atrévete a mirar a esta ave durante más de cinco segundos sin apartar la vista. Estas gigantescas aves zancudas, los picozapatos, pueden llegar a medir 1,5 m de altura y tienen quizá las caras más ceñudas del reino animal. Hay algo primitivo en la intensidad de su mirada, y a menudo se compara a estas aves con los dinosaurios.
El aspecto intimidatorio del picozapato lo ha convertido en un tema popular para los memes en Internet, pero en realidad es inusualmente tolerante con los humanos y suele permitir que los investigadores hagan clic con sus cámaras a corta distancia.
Vinagrillo

Simplemente, qué miedo. Pariente del escorpión sin cola, el vinagrillo es un pequeño depredador del desierto que toma prestadas partes del cuerpo de algunos de los animales más temibles de la naturaleza. Con ocho patas, potentes pinzas, una cola sospechosamente parecida a la de un escorpión y la capacidad de rociar ácido acético desde su abdomen, dispone de un impresionante arsenal defensivo.
Pero es un depredador de emboscada escurridizo y no venenoso que se alimenta de escarabajos, grillos, orugas y, ocasionalmente, de otros vinagrillos, y no supone ninguna amenaza para los humanos. En teoría podría herirte levemente, pero no querrá hacerlo. Dale a tu vinagrillo vecino su espacio personal, y hará lo mismo contigo.
Tiburón de boca ancha

¿Sabías que a miles de metros bajo la superficie del océano existe todo un subgénero de tiburones que casi nunca ven la luz del día? Entre estos tiburones a la deriva de aguas profundas se encuentran el tiburón de Groenlandia, increíblemente longevo (hay ejemplares vivos hoy en día que ya existían antes de la fundación de Estados Unidos), y el tiburón de boca anchos, un inofensivo tiburón filtrador con unas fauces abiertas que mide hasta 5,5 m y pesa hasta 1.215 kg.
Nos horroriza un poco decir que el tiburón de boca ancha fue el único tiburón de aguas profundas del que pudimos obtener buenas fotos, y había varios candidatos mucho más aterradores. Busca fotos en Google y lo comprobarás. Qué miedo.
Buitre

Los buitres se unen a los tiburones, los lobos y las palomas urbanas entre los animales más injustamente difamados del mundo. Estas aves se alimentan de carroña y han desarrollado una reputación injustificada de profetas de la fatalidad que acechan a los moribundos. Esto, junto con sus garras dentadas, ojos penetrantes y picos cruelmente curvados, los ha convertido en blancos fáciles del miedo y el odio.
Pero los buitres no pueden predecir el futuro y, aunque pudieran, no tendrían ningún motivo para acechar a presas aún vivas mientras las comidas ya fallecidas mendigan. En realidad, los buitres son el equipo de limpieza de la naturaleza, que elimina las bacterias tóxicas que transportan los cadáveres que consumen. Es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo.
Tarántula Goliat

De acuerdo, las tarántulas Goliat no son completamente inofensivas. Su primera línea de defensa es un siseo bastante impotente, pero pueden (y, si se les amenaza directamente, lo harán) dar un mordisco que duele tanto como la picadura de una avispa. No es nada, pero apenas justifica los gritos espeluznantes que seguramente acompañarían al hallazgo de una de ellas bajo la almohada.
La tarántula Goliat, la mayor araña del mundo, se gana su nombre por comer ocasionalmente pájaros (además de ratones, ranas y lagartos) y por ser muy, muy grande. Mide como un plato de comida y pesa lo mismo que cachorro pequeño. Estas monstruas arañas son pura pesadilla para los aracnofóbicos, pero te tienen más miedo a ti que tú a ellos.
Topo de nariz estrellada

El topo de nariz estrellada recuerda incómodamente a la serie de videojuegos Resident Evil, en la que debes enfrentarte a hordas de criaturas deformes con tentáculos que les salen de la cara. Es mucho menos probable que te ataque, pero probablemente sea aún menos atractivo visualmente.
Por suerte, nadie tiene que mirarlo muy a menudo, ya que pasa casi toda su vida bajo tierra, raspando el suelo con sus garras de cinco dedos y tanteando a sus presas con los zarcillos de su nariz llena de nervios. En defensa del topo de nariz estrellada, no es que dé miedo, es que da un poco de asco.
Serpiente de hocico de cerdo oriental

Cualquier cosa que pueda contorsionar su boca en un hexágono púrpura abierto recibe un no por nuestra parte, e incluso los defensores más acérrimos de la serpiente de hocico de cerdo oriental reconocerían que no es precisamente amistosa. Pero, a diferencia de las cobras con las que a veces se la confunde, esta serpiente apenas puede herir, y mucho menos matar.
Su principal mecanismo de defensa consiste en darse la vuelta de forma patética y hacerse la muerta. Cuando ataca (lo que es muy raro) lo hace con la boca cerrada, y su veneno es inofensivo para el ser humano. Estas serpientes son tan inofensivas que a menudo se tienen como mascotas.
Catán

Aunque las estimaciones exactas sobre el tiempo que llevan acechando en el bajo Misisipi varían, lo cierto es que este pez lleva muchos siglos allí, emboscando a siluros, aves, tortugas, pequeños mamíferos y cangrejos.
Las leyendas urbanas que culpan a este monstruo fluvial de la violencia entre peces y humanos están fuera de lugar, y su sanguinaria reputación se basa enteramente en su temible aspecto. Los catanes pueden llegar a medir hasta 3 metros de largo y pesar la friolera de 150 kg, mientras que su alargado hocico ostenta no una, sino dos filas de dientes puntiagudos.
Demonio de Tasmania

Cuando los primeros colonos europeos de Tasmania oyeron escalofriantes chillidos y gruñidos procedentes de la maleza a altas horas de la noche, atribuyeron los ruidos a siervos demoníacos de Satanás. No estaban del todo en lo cierto, aunque los demonios de Tasmania pueden presumir de una mordedura tan poderosa como para poder triturar huesos.
Estos carnívoros enseñan los colmillos cuando se sienten amenazados, pero su fama de agresivos es totalmente errónea. Son animales tímidos que siempre preferirán huir a luchar, y no suponen ninguna amenaza para los humanos.
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