Postales de invierno: 37 destinos que harán que te enamores de la temporada fría
El país de las maravillas invernales
Ya sea envueltos en nieve, goteando carámbanos o salpicados de escarcha, algunos destinos cobran vida cuando las temperaturas caen en picado. Estas fotografías muestran algunas de las escenas invernales más impresionantes del mundo, desde pueblos encantadores hasta espectaculares lagos helados y elevados picos nevados.
Sigue leyendo para ver una selección de las escenas invernales más bellas del planeta...
Adaptado al español por Rocío Durán Hermosilla, Redactora en Español para loveEXPLORING.
Filisur, Suiza
En el corazón de los Alpes suizos, el encantador pueblo de Filisur se convierte en un paraíso invernal cuando los trenes atraviesan sus paisajes nevados. El famoso Ferrocarril Rético atraviesa imponentes picos helados, bosques cubiertos de escarcha y pintorescos paisajes alpinos. Un punto culminante del viaje es cruzar el emblemático Viaducto de Landwasser, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, aún más impresionante por su entorno nevado.
Pistas de esquí de Baqueira, España
Situadas en el corazón de los Pirineos catalanes, las pistas de esquí de Baqueira ofrecen un paraíso invernal enmarcado por majestuosos picos nevados. Conocida como una de las principales estaciones de esquí de España, Baqueira presume de pistas de categoría mundial, impresionantes vistas alpinas y un toque de exclusividad, que atrae a todo el mundo, desde esquiadores avezados a buscadores de ocio invernal. Más allá de las pistas, la zona desprende encanto con sus tradicionales pueblos de piedra, acogedores chalets y auténtica cocina catalana.
Lago Moraine, Parque Nacional de Banff, Alberta, Canadá
Escondido en el corazón del pintoresco Parque Nacional de Banff, el lago Moraine, de 50 hectáreas, ha recibido el sobrenombre de "Vista de los veinte dólares" porque en su día aparecía en el reverso de los billetes de banco canadienses. Aunque en verano suele estar abarrotado de visitantes, en invierno no podría ser más diferente. La carretera de acceso está cerrada entre noviembre y mayo debido al riesgo de avalanchas y solo algunos miradores están abiertos a través de pistas de esquí de fondo, por lo que el paisaje invernal es absolutamente tranquilo.
Richmond Park, Londres, Inglaterra, Reino Unido
El mayor de los Parques Reales de Londres, con 2.500 acres (unas 1.011,8 hectáreas), el Parque Richmond aporta gloriosas extensiones de naturaleza a la capital. Es una importante Reserva Natural Nacional que alberga algunos de los árboles más antiguos del Reino Unido, especies de hongos en peligro de extinción y, sobre todo, ciervos. Aquí viven más de 600 de estas gráciles criaturas, que sin duda constituyen un espectáculo especial en una crujiente mañana de invierno como ésta, rodeados de hierba helada y una tenue niebla azul.
Whitefish, Montana, EE.UU.
La ciudad de Whitefish, en Montana, es conocida por sus impresionantes paisajes alpinos, que cobran vida en invierno. Enhebrada con rutas de esquí y flanqueada por pinos cubiertos de nieve, la estación está a las puertas del pintoresco Parque Nacional de los Glaciares, que abarca 1.583 millas cuadradas (unos 4.089,1 km2) en el noroeste de Montana.
Cataratas de Gullfoss, Islandia
Pocas cascadas son tan espectaculares como la de Gullfoss, en Islandia, que se precipita 32 metros en dos etapas mientras desciende por el escarpado cañón de Gullfossgjúfur. En invierno, sus alrededores se cubren de nieve blanca y la cascada se congela parcialmente, lo que aumenta su belleza etérea.
Midway, Utah, EE.UU.
No hay nada más invernal que estos castillos de hielo de cuento de hadas de Midway, Utah. A diferencia de la mayoría de las esculturas de hielo, que se tallan a partir de bloques, los artistas crean las formas orgánicas utilizando cientos de miles de carámbanos, que se clavan en andamios, se cubren de agua y se dejan crecer en diferentes formas. La idea comenzó cuando el fundador, Brent Christensen, construyó una cueva de hielo en su jardín para entretener a sus hijos. Desde entonces, los castillos de hielo se han convertido en una atracción de temporada, con otros emplazamientos en New Hampshire, Wisconsin y Colorado.
Kirkjufell, Islandia
Con sus 463 metros de altura, la inconfundible montaña Kirkjufell adquiere un aspecto aún más espectacular cuando está cubierta de nieve. Situado en la costa norte de la península islandesa de Snæfellsnes, su pico en forma de cono se conoce como nunatak, una parte expuesta de una montaña que sobresalió de un glaciar durante la última glaciación. Resulta especialmente fascinante cuando la aurora boreal baila a su alrededor, como se aprecia en esta fotografía.
Lago Bow, Parque Nacional de Banff, Alberta, Canadá
Banff brilla con lagos perfectos para la imagen, y el lago Bow es uno de los más bonitos. Espolvoreado con una ligera capa de nieve y rodeado de nubes bajas en esta imagen etérea, el lago -situado en el río Bow, al oeste de Alberta- es el epítome de la belleza invernal. Situado a una altitud de 6.300 pies (unos 1.920,7 metros), está en la base de la Cumbre Bow, que puede verse reflejada en sus aguas en los días claros.
¿Te gusta? Haz clic en el botón Seguir de arriba para ver más historias fantásticas de loveEXPLORING
Cañón Bryce, Utah, EE.UU.
El Cañón Bryce del sur de Utah suele fotografiarse en verano, pero podría decirse que es aún más hermoso en invierno. El anfiteatro natural en forma de cuenco del cañón está lleno de innumerables agujas rocosas llamadas hoodoos. Espolvoreado de nieve y bañado por una luz rosa caramelo, tiene un aspecto totalmente majestuoso en esta foto del amanecer.
Lago Bled, Eslovenia
Envuelta en niebla y espolvoreada de nieve en polvo, la majestuosa iglesia barroca que corona las aguas del lago Bled está bellamente iluminada por un rayo de sol en esta nítida instantánea invernal, con los Alpes Julianos como dramático telón de fondo. Construida por primera vez en 1142, la iglesia fue sustituida en el siglo XV, pero resultó gravemente dañada por dos terremotos. La iglesia que podemos ver hoy se construyó en el siglo XVII.
Gokayama, Japón
Cubierto por una gruesa capa de nieve y resplandeciente con focos de luz dorada, el pueblo de Gokayama -Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el valle del río Shogawa de Japón- tiene todo el aspecto de una acogedora escena alpina. Situadas en una remota región montañosa, las casas se diseñaron en el estilo tradicional gassho-zukuri, que significa "construidas como manos en oración", y su nombre hace referencia a los tejados inclinados, que les permiten resistir las fuertes nevadas del invierno.
Parque Nacional de Grand Teton, Wyoming, EE.UU.
En el Wyoming rural y justo al sur de Yellowstone, el Parque Nacional de Grand Teton, de 310.000 acres (unos 125.419,1 hectáreas), se convierte en un modelo de belleza alpina en invierno. Los austeros picos de la cordillera del Teton están formados en gran parte por una roca metamórfica de 2.700 millones de años llamada gneis, y desde entonces el paisaje ha sido moldeado por terremotos, fuego y hielo.
Laponia, Finlandia
El país de las maravillas invernales por excelencia (y al parecer el hogar oficial de Papá Noel), el prístino paisaje nevado de Laponia ha inspirado innumerables historias, libros y películas a lo largo de los años. En esta encantadora imagen, las coloridas casitas de madera están salpicadas entre los árboles de hoja perenne del Ártico, con las ramas cargadas de nieve, mientras la luz rosa pálido de primera hora de la mañana baña la escena.
Lago Königssee, Alemania
El lago más alto de Alemania, a una altitud de 1.978 pies (unos 602,4 metros), el lago Königssee es especialmente llamativo en invierno. Encerrado por escarpadas paredes montañosas en forma de fiordo, que se cubren de nieve cuando llega el frío, sus deslumbrantes aguas actúan como un espejo perfecto para la iglesia de San Bartolomé, del siglo XVII, cuyas llamativas agujas rojas iluminan la orilla occidental.
Castillo de Neuschwanstein, Alemania
El castillo de Neuschwanstein se construyó para Luis II, rey de Baviera, a finales del siglo XIX, como lugar donde buscar soledad y refugio de la vida pública. Irónicamente, se convirtió en una atracción popular poco después de su muerte, y hoy es uno de los castillos más visitados del mundo. El castillo se alza en lo alto de una colina de los pintorescos Alpes bávaros. En invierno suele estar ligeramente cubierto de nieve, lo que aumenta su magia.
Monte Fuji, Japón
Desde el siglo VII, el histórico pico del monte Fuji ha sido un lugar sagrado para los miembros de la fe indígena sintoísta, que creen que el volcán alberga el kami (espíritu) de una princesa mitológica, Konohana-sakuya Hime. Asomando entre la niebla etérea y reflejado en las tranquilas aguas del lago Yamanaka, el volcán de 3.776 m de altura resulta especialmente sobrecogedor en esta fotografía invernal.
Parque Nacional Torres del Paine, Chile
Pocos lugares de la Tierra ofrecen una belleza natural tan cruda como el Parque Nacional Torres del Paine, de casi 700 km2, en la remota región de la Patagonia chilena. En esta impresionante fotografía, sus torres de granito en forma de garra, sus brillantes aguas azules y sus agrestes praderas parecen aún más encantadoras con la nieve.
Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, Croacia
Congeladas en pesadas cortinas de nieve y hielo, las cascadas del Parque Nacional de los Lagos de Plitvice son un espectáculo digno de contemplar cuando bajan las temperaturas. La reserva forestal, situada entre las ciudades de Zagreb y Zadar, en el centro de Croacia, tiene una superficie total de unos 299,3 km2 y es conocida sobre todo por sus lagos y cascadas interconectados.
Glaciar Franz Josef, Nueva Zelanda
El glaciar Franz Josef, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, debe de ser uno de los paisajes helados más sobrecogedores del planeta. El glaciar se origina en los Alpes del Sur, y desciende desde una altura de 9.843 pies (unos 3.000 metros) hasta casi el nivel del mar a través de una distancia de unas 6,8 millas (unos 11 kilómetros). Entre los rasgos más llamativos de su recorrido se encuentran profundas grietas, cuevas de hielo y túneles.
Lago Braies, Italia
Las tonalidades lilas, doradas y añiles bailan en las cumbres que rodean el Pragser Wildsee semicongelado, también conocido como Lago di Braies, creando una atmósfera absolutamente mágica. Situado en la región de los Dolomitas del norte de Italia, el lago es conocido por sus aguas cristalinas y su magnífico entorno de amplias vistas montañosas y bosques de pinos y abetos.
Glaciar Perito Moreno, Argentina
El glaciar Perito Moreno, situado en el Parque Nacional de Los Glaciares, en la Patagonia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los pocos glaciares del mundo que crece, no que retrocede. Creando impresionantes grietas y hendiduras a medida que avanza, el glaciar de 18,6 millas (unos 30 km) de largo y 3,1 millas (unos 5 km) de ancho es un espectáculo excepcional. Se encuentra con las aguas turquesas del Canal de los Témpanos y con un telón de fondo de montañas de granito.
Bergen, Noruega
Las casas de colores brillantes de Bergen son un espectáculo alegre en este paisaje invernal. La ciudad del suroeste de Noruega, en la que llueve una media de más de 200 días al año, es sin duda más impresionante cuando está cubierta de nieve, con las austeras espinas de los árboles asomando entre la niebla y las nubes bajas.
Estanque Azul, Japón
Al contemplar el bien llamado Estanque Azul, quizá te sorprenda saber que su llamativa tonalidad fue el resultado de un accidente. El estanque artificial, situado en la prefectura japonesa de Hokkaido, fue un subproducto de la creación de una presa en el río Biei y debe su color al fluir de la cascada de Shirahige sobre acantilados de aluminio. El aluminio se deposita en el agua y refleja la luz, dando lugar a este azul helado tan llamativo. Añadiendo a esta abundancia de belleza etérea, las espinas desnudas de los árboles proyectan un reflejo descarnado sobre el agua.
Monte Bogong, Parque Nacional Alpino, Victoria, Australia
El monte Bogong toma su nombre de una palabra aborigen que significa "altas llanuras" y, con sus 1.616 metros de altura, es la montaña más alta de Victoria. Situada en el Parque Nacional Alpino, en los Alpes Victorianos, la montaña tiene un aspecto especialmente magnífico durante una puesta de sol invernal, cuando los últimos rescoldos de luz solar iluminan su cima y las nubes color caramelo flotan sobre ella.
Loch Lomond, Escocia, Reino Unido
Con hierbas cubiertas de escarcha, picos moteados de nieve y nieblas que recorren el valle, la belleza de Loch Lomond solo se intensifica con el tiempo invernal. El lago, situado en el Parque Nacional de los Trossachs, tiene una longitud de 24 millas (unos 38,7 kilómetros) y en su curso se extiende una gran variedad de paisajes, desde montañas espectaculares hasta colinas bajas.
Gran Muralla China, China
La épica muralla china, cuya sección mejor conservada se extiende a lo largo de 8.851,6 km (5.500 millas) de este a oeste, se construyó en gran parte durante la dinastía Ming (1368-1644), aunque se cree que algunas secciones datan del siglo VII a.C. Aunque las fotografías más reconocibles del antiguo monumento lo muestran serpenteando entre exuberantes colinas verdes, una ligera capa de nieve y la luz del sol de primera hora de la mañana confieren a la muralla un encanto místico durante el invierno.
Megève, Francia
No hay pueblo alpino más bonito que éste. Situado en el sureste de Francia, cerca de las fronteras italiana y suiza, el delicado pueblo de Megève se convirtió en una popular estación de esquí en la década de 1920 y aún conserva su encanto histórico. Salpicada de chalets de madera y con impresionantes vistas del Mont Blanc, Megève se transforma en un idílico paraíso invernal bajo un suave manto de nieve.
Monte Snowdon, Gales, Reino Unido
Con un aspecto especialmente atmosférico en esta sombría instantánea, el escarpado pico del monte Snowdon, de unos 1.085,4 metros de altura, proyecta una silueta escultural sobre el lago Glaslyn, en el Parque Nacional de Snowdonia. El punto más alto del Reino Unido fuera de Escocia, Snowdon se compone en realidad de cinco picos principales interconectados con cuencas entre ellos y gran parte del paisaje fue esculpido por los glaciares.
Lago Superior, Michigan, EE.UU.
Con sus aguas heladas en forma de concertina y sus peñascos repletos de carámbanos, el Lago Superior tiene un aire de otro mundo en esta foto de la puesta de sol. El mayor de los cinco Grandes Lagos de Norteamérica, con 350 millas (unos 564,5 kilómetros) de largo y 160 millas (unos 257,5 kilómetros) de ancho en su parte más ancha, el Lago Superior se congela durante meses en invierno.
Jökulsárlón, Islandia
En el sureste de Islandia se encuentra una laguna cautivadora y dinámica llena de miríadas de formas heladas. Los icebergs de Jökulsárlón proceden del glaciar Breiðamerkurjökull y algunos permanecen en la laguna hasta cinco años antes de derivar por el río Jökulsá á Fjöllum hacia el mar. Por esta razón, no hay dos días iguales en la laguna, aunque las escenas no pueden ser más bellas que esta foto del amanecer teñida de rosa.
Hallstatt, Austria
El pueblo austriaco de Hallstatt se convierte en un oasis de nieve en invierno. Situado en la montañosa región de Salzkammergut, Hallstatt alberga algunas de las minas de sal más antiguas del mundo, que datan del año 4000 a.C. La histórica ciudad, con sus coloridos edificios de estilo barroco y sus ornamentadas iglesias, cobra vida gracias a una ráfaga de nieve cuando bajan las temperaturas.
Rannoch Moor, Perthshire, Escocia, Reino Unido
La sensación de auténtica naturaleza salvaje prevalece en el impresionante páramo de Rannoch, una extensión de 129 km2 de lagos, ciénagas y páramos entre Loch Rannoch y Glencoe, en las Tierras Altas escocesas. También conocido como el Gran Páramo de Rannoch, es muy popular entre los senderistas y los entusiastas de las actividades al aire libre gracias a su escarpada belleza natural, que se amplifica en invierno cuando los páramos adquieren un tono sombrío y los picos circundantes se cubren de nieve azucarada.
Salzburgo, Austria
La Fortaleza de Hohensalzburg, que se alza en el fondo de esta impresionante fotografía, es una de las atracciones más históricas de Salzburgo, con un legado que se remonta al siglo XI. La fortaleza, situada en lo alto de una colina, es también un lugar excelente para contemplar las vistas de la ciudad, cuyas laberínticas calles están bañadas por una luz dorada en esta instantánea invernal.
Praga, República Checa
La Praga histórica es impresionante después de una nevada, cuando los tejados de sus edificios góticos se empolvan de blanco y se iluminan con focos de luz dorada. La Ciudad Vieja, en la foto, es un laberinto de calles empedradas y agujas de cuento de hadas, mientras que la Ciudad Nueva (fundada en 1348) es un centro cultural lleno de galerías y teatros.
Central Park, Ciudad de Nueva York, Nueva York, EE.UU.
Hermoso en cualquier época del año, Central Park, en el corazón de Manhattan, adquiere una estética mágica cuando lo adorna la nieve. En esta escena, el famoso puente Gapstow del siglo XIX, uno de los mejores miradores para contemplar el horizonte de Nueva York, resguarda un trozo de agua de las gélidas temperaturas que, de otro modo, habrían congelado el estanque. La frondosa vegetación que suele rodear el emblemático puente crea extrañas formas cuando se cubre de nieve. Puede que reconozcas este encantador escenario de la película de 1992, Solo en casa 2: Perdidos en Nueva York.
Segovia, España
Enclavada al pie de la sierra de Guadarrama, Segovia es conocida por sus monumentos históricos, como el acueducto romano, la catedral gótica y el Alcázar de cuento de hadas. En invierno, la zona se transforma en una escena sacada directamente de un libro de cuentos, con su arquitectura histórica enmarcada en sorprendentes cielos helados. Las calles empedradas adquieren un encanto sereno, con menos aglomeraciones y acogedoras tabernas que sirven suculentos platos castellanos.
¿Te ha gustado? Haz clic en el botón Seguir de arriba para ver más historias fantásticas de loveEXPLORING
Comments
Be the first to comment
Do you want to comment on this article? You need to be signed in for this feature